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Gabriel Antonio Angulo Bone

2004 - 2019

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Gabriel Angulo Bone, de 15 años, ya estaba muerto cuando su madre, Gloria Bone, llegó en la madrugada del martes 8 de octubre de 2019 al Hospital Oramas González, en Durán, donde lo habían trasladado tras sufrir un impacto de bomba lacrimógena en el pecho.

 

Era el quinto día del paro nacional convocado por los transportistas en contra de la derogatoria del subsidio de los combustibles decretada por el presidente Lenín Moreno.

Gabriel vivía con su madre, su padrastro Pablo Chichande, y cuatro de sus cinco hermanos, en el solar ubicado en la parroquia Eloy Alfaro,  Durán, en el barrio 12 de Agosto, acomodado entre pedazos de madera y un cerramiento improvisado de metal.  Estaba cursando el segundo nivel en la Unidad Educativa Fiscal Ciudad de Tiwintza en Durán.

Tal como lo cuentan sus familiares, ese día había salido en la noche como de costumbre, a jugar fútbol con sus amigos en una cancha a dos cuadras de su casa. 

Varios saqueos en el sector en los primeros días del paro habían alertado a la Policía Nacional. El punto de conflicto, la noche de ese lunes 7 de octubre, se había concentrado en la avenida E40, al final del Puente de la Unidad Nacional que conecta a Guayaquil con Durán. Policías repelían el ataque de los manifestantes con armas de dispersión de gas lacrimógeno.

A menos de un kilómetro de ahí llegó un rumor:  “Los indígenas vendrán a Guayaquil, vienen al paro”. Fueron esas declaraciones las que hicieron que los muchachos dejaran la cancha y caminaran hacia la avenida principal, según el testimonio de Pablo Chichande, padrastro de Gabriel. 

Mientras esperaban la supuesta llegada de los indígenas, los jóvenes miraban las llantas encendidas que cerraban el tránsito del puente de la Unidad Nacional y la humareda que se generaba en el ambiente. Los indígenas no llegaron, pero las manifestaciones continuaban su curso. 

Los menores se juntaron a la masa que corría para intentar ponerse a buen recaudo. Entre esa confusión, Gabriel cayó, y de acuerdo al testimonio de una persona anónima, citado por el Comité Permanente por la Defensa de Derechos Humanos del Guayas, un policía se acercó y disparó el proyectil contra su pecho. Gabriel se habría levantado y cuatro  metros más adelante, cayó. No existe ningún otro testimonio que lo corrobore.

Según el certificado de defunción, Gabriel muere a causa de una hemorragia aguda interna, hemopericaradio (es decir inundación de sangre de la cavidad pericárdica producida por la ruptura de la pared del corazón), laceración de corazón y trauma cerrado de tórax.

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