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Segundo Inocencio Tucumbi Vega

1970 - 2019

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Inocencio Tucumbi cayó alrededor de las siete de la noche del miércoles 9 de octubre de 2019, en las inmediaciones del parque El Arbolito, en el centro norte de Quito. Nadie sabe a ciencia cierta cómo ocurrió. Según ha contado su hijo, Gustavo Tucumbi, debe haber caído en medio del caos de la incursión con bombas lacrimógenas lanzadas por la policía en el lugar donde protestaban en la mitad de la calle. “Todo el mundo empezó a correr por todo lado y nos perdimos”, ha relatado al equipo del UdlaChannel.

Antes de la medianoche, Antonio Sacatoro, un cuñado de Tucumbi, recibió la llamada telefónica de un médico del Hospital Eugenio Espejo, quien lo llamaba desde el teléfono del propio Tucumbi, para informarle que su pariente estaba muerto.

Tucumbi, de 50 años, un antiguo dirigente de la CONAIE en Cotopaxi, había llegado a Quito, la noche del lunes 7 de octubre, para unirse a las protestas contra la derogatoria del subsidio a los combustibles ordenada por el presidente Lenín Moreno. Había llegado caminando desde Yanahurco de Juigua, una comunidad de indígenas  panzaleos a  45 minutos de Pujilí, en Cotopaxi, donde había nacido, donde vivía de cosechar papas y hortalizas, además de la crianza de gallinas y algunas vacas, y donde también había sido presidente de la comunidad Juigua San Francisco.

Su muerte provocó conmoción. Al día siguiente, desde el Ágora de la Casa de la Cultura, rodeado de miles de manifestantes que clamaban de indignación, el líder de la CONAIE, Jaime Vargas, denunció su asesinato y lo atribuyó a las fuerzas policiales dirigidas por la ministra María Paula Romo. Leonidas Iza, dirigente indígena de Cotopaxi, sin precisar la fuente de sus declaraciones, dijo que la muerte de Tucumbi se produjo por el impacto de una bomba lacrimógena, y que luego de haber caído fue pisoteado por los caballos de la policía.

¿Existe algún testigo de que Inocencio Tucumbi fue impactado por una bomba lacrimógena? Su hijo mayor Gustavo Tucumbi relató al equipo de investigación de la UDLA que su padre se perdió en medio de la estampida y que lo siguiente que supieron es que estaba muerto en el Hospital Eugenio Espejo. Su hijo menor, Ángel Polibio Tucumbi, en cambio, ha relatado al equipo de investigación de la Universidad Casa Grande, de Guayaquil, que él vio el momento en que un policía le disparó una bomba de gas lacrimógeno en la cabeza.

La ministra Romo declaró, la noche del 10 de octubre, que la muerte de Tucumbi se debió a una caída. “No de un golpe, no de asfixia, sino de una caída”, enfatiza citando la partida de defunción y el informe de la autopsia.

La autopsia, firmada por Edgar Alberto Ramos Pilco, médico legista de la Fiscalía, dice que la muerte se produjo por hemorragia cerebral debido a una fractura de la base del cráneo producto de una precipitación.

Un médico del Hospital Eugenio Espejo que tuvo la oportunidad de revisar la tomografía craneal de Tucumbi, dijo a este sitio, pidiendo mantener la reserva, que por la magnitud de la fractura, y la forma de la misma, lucía inverosímil que esta se produjera por una simple caída.

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